Vinimos de lejos

Porque la distancia no es sólo cosa de los mapas. También el tiempo cuenta. Mide. Y desde que llegamos a estas calles rotas, hasta este breve instante en que nos lees, caminamos lo nuestro. Una mañana cualquiera de hace ya casi dos años comenzamos a hablar de Buenos Aires. De lo que fue, es y será para cada uno de nosotros y para el mundo entero. Para los que sólo la conocen desde las páginas de un libro o gracias a la letra de alguna canción. Un tango, seguramente. Nosotros también, cada uno en su momento, amanecimos acá como si estuviéramos dentro del sueño de alguien. De a poquito, el sueño fue nuestro. Y quisimos contarlo. Hablar de lo que nos pasó y de lo que hoy sucede. De lo que pudo habernos ocurrido siendo otros. Esa era la excusa, ese fue el comienzo. Hasta aquí llegamos. Es sólo una de las infinitas maneras de contarnos. La nuestra en estos días. Pasen y vean.
(foto. i. masllorens)